Hojaldrinas

Hojaldrinas. Paso a paso

Receta: Food and Cook

Ingredientes

600 gr de harina normal

85 gr de azúcar

400 gr de mantequilla fría

50 gr de zumo de naranja

Ralladura de dos naranjas

50 gr de vino blanco

Azúcar glacé

Utensilios

Batidora de pie

Rodillo de madera

Brocha

Rejilla

Papel de horno

Realización

– Comenzamos limpiando las naranjas. Las rallamos bien y reservamos la ralladura.

– En el bol de la batidora ponemos todos los ingredientes. Batimos a velocidad media hasta que tengamos todo bien integrado.

– Con las manos, formamos una bola, la cubrimos con papel film y la metemos en la nevera durante 2-6 horas.

– Estiramos la bola formando un rectángulo con la ayuda de un rodillo sobre una superficie previamente enharinada ligeramente. El rectángulo debe tener un grosor de un centímetro, más o menos.

– Enharinamos la superficie de nuestro rectángulo de masa. Con un pincel retiramos el exceso de harina.

– Dividimos mentalmente nuestro rectángulo en tres partes. Doblamos una de ellas sobre la del centro.

– Enharinamos la superficie de esta parte y retiramos el exceso con un pincel.

– Cubrimos con la parte que nos quedaba. Repetimos con la harina y el pincel. Es importante retirar el exceso de harina o no se despegarán las capas con mucha facilidad.

– Giramos la masa y estiramos de nuevo formando un rectángulo  de nuevo de un centímetro de alto. Repetimos los pasos anteriores de doblar y harina. Queremos formar una nueva parte de capas.

– Cuando lo tengamos, giramos la masa y volvemos a formar un rectángulo de un centímetro y medio (1,5cm) de grosor.

– Con la ayuda de un cuchillo o de un cortador de pizza cortamos la masa en cuadrados más o menos iguales de 2 cm de lado, más o menos. Cortad los bordes del rectángulo, no quedan bien.

– Precalentamos el horno a 190ºC. Cubrimos la bandeja del horno con papel de horno.

– Colocamos las hojaldrinas cortadas con un espacio de un centímetro más o menos entre ellas. No van a crecer mucho a lo ancho.

– Horneamos durante 30 minutos, más o menos, hasta que veamos que se han dorado.

– Las pasamos a una rejilla y dejamos que se enfríen.

– Las bañamos en azúcar glacé y ya están listas para comer.

– Lo mejor para guardarlas es una caja metálica.